Era un lugar donde la gente tiraba basura: cortes de ramas, pinocha, poda de los jardines y escombro.
En cuanto la municipalidad retiró la basura acumulada, comenzamos a actuamos rápidamente.
Pusimos un cartel: 'No arrojar las ramas por favor' pero muchos lo ignoraron. Mientras esperábamos los materiales para construir el gimnasio, aparecían nuevas montañas de pinocha y recortes de pasto. Aunque el olor no era muy agradable y había miles de mosquitos, distribuimos el pasto y la pinocha. Así, ya no parecía basura sino parte del diseño.
El largo de nuestros brazos no era suficiente para escavar los pozos de los postes. Teníamos que seguir hasta China (al menos, esa fue nuestra impresión).